Cada enero, nuestro querido Pomán vibra con una de las tradiciones más profundas y conmovedoras: 𝙡𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙚𝙜𝙧𝙞𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙖 𝙡𝙖𝙨 𝙋𝙞𝙚𝙙𝙧𝙖𝙨 𝙋𝙖𝙧𝙖𝙙𝙖𝙨, un camino que marca el inicio de las festividades en honor a nuestros amados 𝙎𝙖𝙣 𝙎𝙚𝙗𝙖𝙨𝙩𝙞𝙖́𝙣 𝙮 𝙎𝙖𝙣 𝙍𝙤𝙦𝙪𝙚.
Con sacrificio, fervor y esperanza, los peregrinos y devotos se reúnen para recorrer este sendero de fé, llevando en cada paso sus oraciones, promesas y gratitud. Este acto de amor y devoción culmina en la 𝙩𝙧𝙖𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡 𝘽𝙖𝙟𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙎𝙖𝙣𝙩𝙤𝙨, un momento único que une corazones, familias y amigos.
Es un tiempo para reencontrarnos con nuestras raíces, compartir nuestras creencias y sentir el espíritu que nos une como pueblo.
¡𝗟𝗮 𝗳𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗲𝘃𝗲, 𝘆 𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘃𝗶𝘃𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗼𝘀𝗮 𝘁𝗿𝗮𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻!

